Para los nuevos, esperamos que os haya parecido una fiesta digna de risas y buenos momentos remojados en un simpático chispazo, e igual o mejor que el año anterior para los que ya lo vivieron el año pasado.
Para mí, que soy nueva en la materia, ha constituído una de las más grandes fiestas y con mejor ambiente que he vivido en Cuenca.
Entre otras cosas, pude ver de cerca (quizá demasiado) a la "vaquilla", que por suerte o por desgracia, apareció de improviso mientras subía por la calle principal; y tengo la certeza de que, desde luego, "vaquilla", lo que se dice "vaquilla", no era; esa ya había alcanzado el nivel de "vaca" o "gran vaca", por lo menos.
A ver si pasada la resaca recordáis este fin de semana como algo bueno, si es que recordáis algo (sobretodo algunos...).
Agradecimientos:
A la gente de buena fe que se animó a venir hasta Cuenca desde lejos sólo para vernos los jetos a los que estábamos allí y para pasar un buen rato.
A las peñas, que nos ofrecieron refrigerio si nos tropezábamos con ellos, y que hicieron que lloviera vino y agua de los balcones mientras pasábamos por debajo, cargados y fatigados.
A los mayores de gran corazón que nos sujetaron la carga para que pudiéramos atravesar las vallas.
A nosotros, que cargamos con el pesado refrigerio hasta llegar a los miradores.
A los baños, que estaban muy cerca de nuestro paradero.
A las "vaquillas" que tuvieron piedad y no causaron ningún incidente contra los nuestros.
A San Mateo, por ser el patrón de la fiesta.
Y mención especial para el tiempo atmosférico de Cuenca, que contuvo la lluvia hasta el lunes.
¡Viva San Mateo!
Cris.
Siempre a tope!!
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