¡Y con la L de autoescuela, nos despedimos de las Jornadas de Integración 2010!
Sí, habéis leído bien, se acabó la tensión de los primeros días, cuando no sabíais si poneros el pijama y meteros en la cama porque probablemente aporrearíamos vuestras puertas de madrugada para que salierais a "jugar"; el hecho de tener que inspeccionar la comida antes de empezar a devorarla del hambre que teníais el día después; las canciones populares cada vez que os llevábamos de marcha a conocer los garitos más molones de Cuenca; todo eso, entre otras cosas.
De modo que no os preocupéis más, ocupaos únicamente de enmarcar la L que esperamos conservéis después haberosla otorgado justo antes de comenzar la juerga que nos marcamos la madrugada del miércoles. Para que veáis que en el fondo, os queremos como parte que sois de esta marabunta universitaria; admitámoslo, ¿qué sería del Cossío sin nuevos residentes cada año?
En fin, después de esta extensa introducción, me gustaría hacer un poco de memoria respecto a lo que fué la fiesta, y describir, un poco por encima, su esencia.
Como bien sabemos los que llevamos algo de tiempo por aquí, la Fiesta del Novato (o Fiesta de Bienvenida a los Nuevos Residentes), constituye una de las más grandes parrandas que montamos a lo largo del curso.
Sabemos también, que el alquiler jugó una mala pasada a nuestros blosillos.
Que hacia las dos horas de haber comenzado, nos quedamos sin gran parte del refrigerio que habíamos preparado, lo cual no fue del todo agradable.
Y por último, sabemos que las hormonas de la fauna cossiera, en este tipo de celebraciones, se revolucionan un poco más intensamente de lo normal.
Por eso, confiamos en que las secuelas que haya dejado en vuestras cabecillas y demás partes del cuerpo (porque, entre otras cosas, hubo algunas caídas, no penséis mal) se hayan pasado sin mayor dificultad, y en que nos perdonéis por esa inmprevista y desagradable sorpresa que nos dió el propietario del local, y que esperamos evitar en próximas ocasiones, además de que, en términos generales, lo hayáis pasado mejor que bien.
Por último, y para nosotros, los becarios, un poco de relax hasta la próxima fiesta residencial organizada, ¿no?
¡Gracias por asistir y colaborar!
PD: Nuestra más sincera enhorabuena a las misses y misters escogidos (incluidos los que no llegaron puntuales, por supuesto).
Y por fin, dando un gran rodeo, ¡he conseguido subir un par de fotos!